Etapas de la vida

Cuando era pastor, gran parte de mi ministerio estaba dedicado a las madres. Las visitaba en el hospital y me regocijaba con ellas por sus preciosos bebés que acababan de llegar a este mundo. Aconsejaba a las madres ansiosas y trababa de consolarlas asegurándoles que Dios cuidaba a sus hijos adolescentes rebeldes. Acompañaba a otras junto a las camas de sus hijos heridos o enfermos, y percibía cuánto sufrían. Y lloraba con ellas ante el dolor de la muerte de un hijo.

Hablar o no hablar

A veces, el silencio es la mejor respuesta ante una acusación falsa. En otras ocasiones, debemos hablar.